Capítulo 4
Un día, solo faltaba eso los días anteriores
ni siquiera había salido estaba preparando todas las fotos, la carta que la
había rescrito como cien veces. Esa noche tenía que salir todo bien, tenía que
llevar a los niños silenciosamente al parque central de la ciudad a donde
Mariana y llevar la carta a la policía. Después quedaría con Zayn delante de su
casa y ya esta. Todo tendría que estar hecho.
La maleta la tenía hecha era pequeña y negra,
muy simple me la había dado Mariana. Todo estaba preparado, eran ya las 5 de la
tarde, y no podía salir de casa, no me quería arriesgar a nada.
Pasaban las horas, lentas, mis nervios eran
cada vez más fuertes, más intensas y no podía estar quieta. Daba vueltas por el
cuarto como un perro buscando su cola.
Cogí la carta, la maleta y me fui al cuarto de
los niños. Salimos de esa casa casi como huyendo. Los niños estaban asustados
aunque supieran lo que pasaba, tenían miedo a volver, tenían miedo de todo,
porque solo tenían 6 años, joder, esos niños ni siquiera sabían vivir, vivir
felices, libres, con juguetes, solo sabían vivir con el miedo en el cuerpo
durante las 24 horas del día, en una pobre casa, oyendo como su padre pega a su
madre, huyendo de su propio padre por miedo. Ni siquiera se merecían eso, eran
buenos chicos y ningún niño merece eso.
Llegamos al parque y los niños corrieron hacia
Mariana para abrazarla y montarse en el carro. Yo me acerque lenta y
sigilosamente para abrazarla.
-
Mariana, gracias te debo todo lo que tengo.
-
Sh, haber aquí tienes dinero.-Dijo poniendo un
sobre blanco en mis manos.
-
No Mariana ya tengo dinero, tu lo necesitas
también, no puedo permitírmelo. – Le dije devolviéndoselo.
-
Carolina, escúchame, tú cogerás este sobre y
te lo llevarás, por favor…-Dijo casi en un susurro.
Yo empecé a llorar demasiado, no podía, estaba
tan agradecida a esa mujer, esa mujer que la primera vez que me vio en el
parque con los niños llorando y vino corriendo, y nos acogió en casa, nos dio
de cenar, yo ni siquiera tenía 14 años, y los niños unos dos años. Le tenía
tanto que agradecer, tantas cosas que decirle pero ni siquiera me salían palabras,
porque no hay palabras para describir lo que yo sentí en ese momento, ese amor,
ese cariño que ella me transmitía que me daba, no no los había.
La abrace con fuerza empapando toda su blusa,
ella me cogió la cara con las dos manos.
-
Carolina, ahora quiero que seas fuerte, que me
escribas todas las semanas haber que tal te va. Quiero que seas fuerte en estos
momentos que dejes de llorar y que allí donde vayas seas feliz como nunca lo
has sido. No olvidando todo lo que te a pasado, si no teniéndolo contigo como
si fuera tu vida, aprende a vivir con ello siendo feliz y haciéndole frente, me
escuchas?
-
Si, te escribiré todas las semanas sin falta,
y seré fuerte lo prometo.
-
Y feliz.-Dijo poniéndose seria como si eso
fuese lo más importante.
-
Y feliz, lo prometo, lo haré por ti, Mariana
te quiero.
No paraba de llorar con cada palabra que de su
garganta salía, y la abrace para después marcharme con mi maleta y el dinero
por donde había venido.
Llevaba un peso enorme sobre mi espalda y no
era la maleta era la despedida de Mariana, por dejar a los niños, ¿Y si no
salía bien? O si, ¿el padre los cogiese antes? O si, ¿La policía no daba por
buenas las fotos? No podía pensar en eso, ya lo había decidido durante los últimos
6 años, ahora ya era demasiado tarde.
Tenía en frente la comisaría de policía y el
buzón delante de mí. La carta en manos, pero algo me impedía a echar la carta,
no sé lo que era pero había algo que no me dejaba. Tras pensar detenidamente lo
que estaba haciendo metí por fin la carta en el buzón, rezando que la leyeran lo
antes posible y que lo cogieran.
Anduve hasta el parque donde había quedado con
Zayn, recordando mi primer día de llegada aquí, a casa de acogida.
Lloraba como una loca tenía el corazón
encogido y el trabajador social no me hacia caso, ni se molestaba en intentar
tranquilizarme, ni mirarme, en todo el viaje ni siquiera hablo.
Llegamos y en lo primero en lo que me fije era
en que no se parecía nada por el sitio que unos minutos antes estuvimos
pasando, era la parte pobre de la ciudad, la casa estaba bastante rota y sucia
se veía que era vieja. El trabajador social tocó la bocina y de la casa
salieron una pareja, el hombre era gordo y con cara de asqueroso aunque lo
disimulaba con una sonrisa mientras agarraba a su esposa con el brazo por
encima del hombro, la mujer con las manos cruzándolos por delante y una sonrisa
saludaron. Me enseñaron el cuarto, que de por si era simple, una cama un
escritorio minúsculo eso era todo. Estuvieron hablando con el trabajador social
durante bastante rato, y yo ni siquiera escuchaba, solo recordaba lo que hacía
dos días antes había pasado. No dejaba de darle vueltas y esa familia no me
daba buena espina, como para darla con la pinta de asquerosos que tenían.
Después de una hora hablando el trabajador
social se fue por la puerta dejándome allí con esos siniestros que ahora me
miraban con cara de asco.
-
A esta niña córtale el pelo. – Le mand´´o el
hombre gritándole a su mujer que inmediatamente y sin rechistar vino con unas
tijeras.
Mientras me cortaba el pelo, yo lloraba
aterrada y ella ni siquiera me miraba ni hablo en ningún momento. Cuando acabo
con el pelo, me dijo unas palabras que me hicieron llorar más.
-
Y ese pelo rubio, tu n no la mereces eres una
pobre huérfana niñata, las rubias son mujeres con dinero y señoritas no como
tú, estúpida cría. – Después de eso me tinto el pelo de negro, y yo lloraba de
miedo, de terror, de horror, de añoranza a mi madre que aunque no fuese la
mejor, era la que me quería al menos un poco.
Después de cumplir los 16 y hacerme más fuerte
decidí que mi pelo era mi pelo, que lo iba dejar crecer y que me lo iba a
tintar de rojo, y después de muchos golpes de parte del hombre se cansaron y me
dejaron con este pelo.
Y allí estaba yo delante de Zayn, con las
maletas en mano, y con el billete en mano, pero algo interrumpió nuestra
mirada.
-
Tú, zorra a donde te crees que vas niñata? –
Dijo una voz grave detrás de mi.
-------------------
Bueno aquí esta el capítulo 4 espero que os allá gustado y que comentéis. Os quiero pedir que por favor sigáis la pagina por favor que solo tengo 9 seguidores aunque muchas más la leáis.
Os queiroooo! Un besoo xx
Oh, oh, creo adivinar quién es esa voz y no me gusta nada...
ResponderEliminarMe encanta como escribes, en serio, es genial :)
Te dejo el comentario por aquí que sé que hace más ilusión que en twitter jajajaja*-*
Un besito <3
O.o Dios mio que todo salga bien!!! Por favor... que ahora que las cosas empezaban a ir bien...
ResponderEliminarSube capitulo pronto que quiero saber que pasa!!
Un beso :)
Aixx, me encanta! Demasiado! Continua, que quiero saber que pasa...
ResponderEliminarBye, a kiss! ;)
Dios, dios, dios!
ResponderEliminarQuien sera?
Quiero els iguiente ya por favor Hahaha me encanta!
Que zorra tuuu... ahora me dejas con la intrigaa, bueno honek itxura txarra deko ee... nobelie delujo doala, baia larrei negar eitzen deu hahah
ResponderEliminarSiento comentar tan tarde, pero aquí esta mi comentario! El capítulo me ha gustado mucho, espero que sí sea feliz porque se lo merece!!
ResponderEliminarPD: Soy @1Derfulguys :]
Hola pequeña amapola porque aunque no lo quieras reconocer eres la pequeña. No hace falta que te diga lo bien que escribes pero aun asi te odio por no querer contestar a todas mis preguntas.. Pero bueno te confieso que te quiero pero solo un poquito eh? Y o subes pronto o te pego virtualmente. (Aquí iría mi blue heart bonito)
ResponderEliminar¿ESTAS LOCA? Como lo vas a cortar ahí. Me hiciste enojar (? Este capitulo creo que ha sido el mejor hasta ahora de los cuatro, a pesar de que todos son excelentes. Este me re engancho y cuando termino así me dieron ganas de ir a españa a pegarte IMAGINATE COMO ME DEJASTE. jajaja Un beso y espero el capitulo cinco RAAAAAAAPIDO porque sino te pego. okno. Te quieeeeero un beso
ResponderEliminar